viernes, 17 de octubre de 2008

SER MADRE, SER HIJA

TE  he querido tanto, desbordaste mi corazón desde aquel día. Tanta responsabilidad,

 ¿ como educarte, que decirte, en que momento?, mi orgullo  es inmenso aunque no creo ser la artífice de algo, movilizaste mi mundo cuando fuiste.

  Traté de ser yo misma siempre, no fui madre devota y abnegada, huí muchas veces de tu lado por la responsabilidad que agobia, te deje pese a tu reclamo, tu llamado. Era miedo. Como excusa, es que te quería fuerte para afrontar la vida. No quería ser indispensable  y también era mi libertad que reclamaba. De todo ello fui conciente.

Fuiste mi principal motor y mi alegría, mi orgullo y esperanza sin vos no hay existencia.

Siento que te fallé, la presión del tiempo y del espacio, las costumbres, tradiciones que te embargan los cánones que no se cumplen y te marcan. 

----------

      Te sentí cerca siempre aunque allá por esos años trabajabas mucho y no te siento a mi lado. Tal vez es mi memoria no tan buena, sólo momentos, quizá los mas importantes, los que me hicieron pensar y crecer. No tengo dudas que crecí junto a vos y gracias a vos. Recuerdo charlas de Dios y el catecismo, podría haber sido Adán y Eva y la manzana aunque fueron charlas maduras que saciaron mi ansias de saber mas, que creer por si. La libertad de pensar más allá de  lo que hacen todos por costumbre, esa libertad que pude transmitir a mi hijo con palabras y actitudes.

Fuiste mi inspiración al emprender algo, no tal cual, porque sos incomparable. Tenés ganas, ideas y optimismo, siempre trato de emularte pero ya ves, tenés ventaja, años de experiencias y de luchas y te admiro como hija. Gracias por estar, por ser, por no dejarme muy temprano.

No hay comentarios: